Un viaje internacional especial de una caja de mascarillas.
Hay un viejo dicho: un amigo necesitado es un verdadero amigo.
La amistad nunca será dividida por los internos. Me diste un melocotón, a cambio te daremos el precioso jade.
Nadie ha pensado nunca que la caja de máscaras, que cruzó tierras y océanos para ayudar a Supmea desde Corea del Sur, regresará a Corea del Sur para apoyar nuevamente a los amigos coreanos a lo largo de 2000 kilómetros.
En primer lugar, desde Corea del Sur hasta China.
El 8 de febrero de 2020, la situación del COVID-19 en China se volvió cada vez más grave, los amigos coreanos de Supmea buscaron los suministros médicos de inmediato y enviaron todas las máscaras KF94 que habían comprado en Seúl a Hangzhou por el aire para apoyar a la Supmea.
“Desde la compra hasta el envío, estamos muy emocionados de que el envío haya sido tan rápido. Estos obsequios demostraron una fuerte amistad, y guardaremos estas mascarillas para las personas que más las necesitan”, dijo el gerente del Supmea Internacional Kevin.
En segundo lugar, desde China hasta Corea del Sur .
El 28 de febrero de 2020, la situación del COVID-19 cambió y se volvió más grave en Corea del Sur, se volvió más difícil encontrar mascarillas localmente. Supmea se puso en contacto con nuestros amigos de inmediato y les envió las mascarillas KF94 junto con un lote de mascarillas quirúrgicas adicionales.
El 2 de marzo de 2020, nuestros amigos coreanos quedaron muy sorprendidos y felices cuando recibieron las máscaras. Estas máscaras médicas no solo sirven para proteger la seguridad, sino también para asegurar el funcionamiento normal de su empresa. Mientras tanto, los ingenieros pueden ir al sitio de sus clientes para brindarles asistencia.
El gerente del Supmea International Rocky afirma: “este viaje tan especial de las mascarillas, no sólo es testimonio de la amistad de Supmea y sus amigos, sino que también muestra el principal valor de nuestra empresa: la orientación al cliente. Intentaremos seguir contactando a más clientes en el extranjero y brindarles nuestro apoyo”.
No hay invierno que nunca pase, y no hay primavera que nunca llegue.
